martes, 11 de junio de 2013

Día 11

Hoy tocaba madrugar (¿y cuándo no es fiesta?), porque teníamos que coger el ferry que nos iba a llevar a la isla de Vancouver. En principio el ferry sale a las 10:40, y hay que estar entre 30 y 45 minutos antes en el puerto, pero no sabemos lo que se tarda en llegar allí y no queremos disgustos de última hora, así que salimos con tempranada. Los del hotel se alían con nosotros, pues tienen un servicio de check out express, si estás de acuerdo con la factura que te suministran por la noche, solo tienes que meter las llaves en un sobre y dejarlas en un buzón antes de irte, ellos ya cargan lo que aparece en la factura en el número de tarjeta que has dejado al entrar como garantía.
Esta vez no damos más vueltas de las necesarias, y cruzamos por última vez el puente Lion (es la quinta vez que lo hacemos, ya le conocemos bien), por lo que llegamos al ferry con mucho tiempo de antelación. Por supuesto hoy toca día de sol, y por lo tanto la mañana ha llegado despejada, y aunque hace un poco de fresco, el día tiene muy buena pinta (en la radio dicen que será el mejor de la semana según las predicciones meteorológicas). Como decía hemos sido demasiado previsores, y nos va a tocar esperar bastante antes de embarcar, lamentablemente yo tengo con que entretenerme, pues en la garita nos han hecho pagar todo el billete, cuando según nuestra reserva sólo debíamos pagar el suplemento de combustible. Así que voy a preguntar a una chica que está donde paramos el coche, y ella me manda a atención al cliente, donde tengo que esperar un rato a que baje la chica de la ventanilla. Después de contarla el problema y de que ella haga algunas comprobaciones, me dice que la agencia sólo ha pagado la reserva, que son 15$, y que por lo tanto yo tengo que pagar el resto unos 83$. Parece que de aquí no voy a sacar nada, así que más tarde tendremos que escribir a Catherine para ver cómo solucionamos el problema.
Después de mucho esperar y de un desayuno un poco pobre a base de galletas y zumo embarcamos en el ferry. Como hemos llegado tan pronto somos de los primeros en embarcar, y seremos de los primeros en salir (algo bueno tenía que tener). Una vez dentro, descubrimos que el ferry tiene un par de cafeterías, tienda de regalos, y hasta una sala con máquinas recreativas (y yo desayunando unas tristes galletas, esto me pasa por ser de pueblo). Subimos a la cubierta para ver la salida del barco, pero el aire es frío, y después de un rato bajamos a explorar nuestro navío. Bea entra a echar un vistazo rápido a la tienda de regalos... y no sale con las manos vacías. Al menos también ha caído un regalo para mí. Al final de la entrada os enseñamos las compras de Bea, creo que os van a gustar.



El ferry llega a Nanaimo en la isla de Vancouver sin contratiempos, y como esperábamos somos los primeros en bajar. Con la misma cogemos la carretera hacia Uclueulet, donde pasaremos la noche, pues gracias a San Tomtom no erramos el camino ni una sola vez. Antes de nada paramos a echar algo de gasolina al coche, y David decide aprovechar la esponja que tienen para lavar las ventanillas para tratar de limpiar un poco el coche. El resultado no es el esperado, como podéis ver en la foto.

La carretera que lleva a nuestro destino pasa por Cathedral Grove, una zona de bosque con árboles inmensos que es realmente espectacular. Los más altos deben medir unos 70 metros, y el diámetro de los troncos en algunos casos supera mi envergadura. Lo único malo es que no sé sacar fotos en bosques, veo un lugar precioso, pero después de sacar la foto solo se ve un revoltijo de árboles y ramas sin mucho sentido, ¡qué rabia!.











Después de salir de Cathedral Grove decidimos no parar hasta llegar al bed & breakfast, puesto que tenemos que llegar antes de las 6 de la tarde. Aún así paramos dos veces, la primera en un centro de visitantes para preguntar si tienen un teléfono público, pues tenemos que llamar para confirmar la reserva de mañana para ir a ver ballenas. Resulta que no hay teléfono de monedas, pero la mujer del mostrador muy amable me deja usar el que tienen allí (después de preguntarme a dónde quiero llamar, por si acaso). No hay ningún problema con la reserva para ver las ballenas, y ya de paso me dan algunas instrucciones sobre ropa que debemos llevar, comida, y demás temas prácticos.

La segunda parada es más rápida, y se debe a que volvemos a cruzarnos con un oso por la carretera. ¡Qué emocionante nuestro segundo oso!, intento sacar alguna foto, pero no tengo el macro puesto, y para cuando la cojo ya no se ve más que un bulto negro entre la maleza. Seguimos sin tener pruebas.

Llegamos al bed and breakfast sin más eventos destacables, y nos llevamos una grata sorpresa, pues se trata de una casita muy mona ala orilla de la bahía. La mujer que la lleva es bastante agradable y nos comenta que hace años estuvo en España y que conoce San Sebastián, Zaragoza y Barcelona. Parece ser que antes hablaba algo de español, pero dice que ahora ha olvidado toda la gramática, y no tiene muchas ganas de practicar aunque nos ofrecemos si quiere refrescar la memoria. De todas formas nos da la llave de nuestra habitación y algunas indicaciones para encontrar el supermercado y un sitio donde hacen buenos bocadillos para mañana. Sorprendentemente también nos dice dónde NO ir a comer, je, je.

Después de que Bea se tome un té, y de escribir a Catherine para solucionar el problema del ferry, vamos al pueblo para localizar el supermercado y cenar. Tomamos una pizza que está buena, pero el postre un cheesecake frito o algo así, está buenísimo.

Con la misma nos volvemos al B&B, que hoy tenemos  mucho trabajo atrasado que subir, pero en el viaje de vuelta en el coche, nos volvemos a encontrar con un oso. Este nos da tiempo a verlo un poco mejor, y Bea consigue grabarlo brevemente antes de que se esconda en el bosque. ¡Dos osos en un día, con esto nosotros al menos ya nos vamos a la cama contentos!
Y hablando de osos, aquí tenéis la foto del regalo que os habíamos prometido.


Un abrazo a todos y hasta mañana.

1 comentario:

  1. Me encanta leer vuestro blog, disfruto un monton,parece que estuviera ahi con vosotros por favor, por favor que no se acabe!!!!!!!!
    Seguir disfrutando de vuestro maravilloso viaje y compartiendolo con nosotros
    cuidaros mucho besossssssssssss

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